Sacerdote acusado de violar a menor tiene más denuncias

La trayectoria religiosa del sacerdote Ismael Moisés Montero Casas, de 49 años, está manchada por un rosario de acusaciones de violación sexual y acoso a menores de edad.

El último jueves, este religioso católico fue encarcelado en el penal de Cañete luego de que un monaguillo, de 15 años, lo acusara de haberlo ultrajado. El examen del médico legista corroboró que el muchacho había sido vejado.

A esta acusación, según la Policía, se han sumado las de otros adolescentes, quienes aseguran que el párroco los acosaba y tocaba cuando asistían a sus charlas en la capilla Madre del Amor Hermoso, en Chilca. Sin embargo, las imputaciones a Ismael Montero vienen desde mucho antes.

CON ANTECEDENTES. En 2004, el cura –precisa la Policía– fue señalado por la población de la provincia de Yauyos al descubrirse que había abusado de un adolescente. Extrañamente, Montero salió librado por la justicia.

Para evitar escándalos, la Prelatura de Yauyos, Cañete y Huarochirí –a la que pertenecía el religioso– lo transfirió al distrito de Nuevo Imperial, en Cañete. No obstante, ahí también apareció una nueva acusación de violación sexual en su contra.

El alumno de un colegio de la zona –donde el sacerdote dictaba el curso de Religión– les confesó a sus padres que el sujeto lo había violado. En esa ocasión, la familia abandonó el caso por miedo a represalias. A pesar de las serias acusaciones y del reclamo de varios pobladores, el cura siguió ejerciendo sus funciones.

Montero fue transferido a Chilca, donde un menor se convirtió en su nueva víctima. A raíz de esta denuncia, se encuentra tras las rejas.

Entre tanto, el sacerdote Antenor Zegarra, de la Prelatura de Yauyos, Cañete y Huarochirí, indicó a Perú.21 que, si Ismael Montero fuera absuelto, podría volver a sus funciones. Mientras tanto, seguirá suspendido del ejercicio sacerdotal. La Prelatura, dijo Zegarra, colaborará con la justicia.

Perú 21