A Sebastián Piñera parece irle mal con los jóvenes en los últimos meses. Desde protestas estudiantiles a lo largo de todo el país hasta una pérdida en su aprobación total debido a una exigencia constante por una mejor educación estatal.
En este contexto, que un pequeño niño en brazos de su madre le ateste un golpe en los labios puede verse como una coincidencia poco favorable para Piñera.
El mandatario trató de acercarse al pequeño pero la expresión de disgusto solo se concretó en el ademán del niño por alejar el rostro de quien seguramente consideró un extraño más.