PPK: «El Mensaje del Premier»

La gran mayoría de las metas articuladas por el Premier el día jueves son inobjetables. Esa presentación y la del Ministro de Economía el día anterior han generado confianza, algo que escasea en el mundo.

La gran mayoría de las metas articuladas por el Premier el día jueves son inobjetables. Esa presentación y la del Ministro de Economía el día anterior han generado confianza, algo que escasea en el mundo. Lo mejor del mensaje es algo que estaba subentendido en todos sus párrafos: que no se van a cambiar los aspectos básicos del sistema económico que le ha dado tan buenos resultados al Perú en catorce de los últimos dieciocho años. En un sistema planetario nuevo de globalización, no podemos estar en la Luna. Claro, todos conocemos las enormes desigualdades que distorsionan a nuestra sociedad, enfermedad que el nuevo gobierno tratará y sus tres antecesores trataron de corregir a través de diversos programas sociales, hoy rebautizados “inclusión social”. Pero el crecimiento económico -sobre todo en la Costa, también en la Sierra y algo en la Amazonía- es el que rebajó la pobreza de 54% de la población en 2001 a 31% hoy. El mensaje del Premier Lerner y su gabinete, sin decirlo explícitamente, han reconocido ese hecho. Esa es una muy buena noticia, y ciertamente la más importante del mensaje.

Todos sabemos que una cosa es con guitarra y otra con cajón. Hay que aplaudir lo bueno y criticar y sugerir mejoras en lo no tan bueno. Yo tengo dos sugerencias, aparte de felicitar al gabinete por su exitosa confirmación en el Congreso.

Uno: ¿Cómo? ¿Cómo vamos a hacer para que el 92% de los peruanos urbanos tengan agua potable en sus casas con empresas regionales de saneamiento que pierden 40% del agua que procesan? ¿Cómo vamos a hacer que los chicos y chicas en las escuelas primarias de la Sierra sepan leer y hacer aritmética? ¿De dónde van a salir la plata? -Eso sí lo contestó el Premier, con los S/.3,000 millones anuales de impuestos adicionales a las empresas mineras, aunque esa suma se queda corta.

Parece una cifra realista en un mundo de metales boyantes (sobre todo el oro y la plata, pero el cobre y el zinc ya bajaron con la desaceleración en la China y la semi-recesión en Europa y Estados Unidos), pero no podemos estar totalmente seguros de que así va a ser. Hay varios grandes proyectos que con ese impuesto muy probablemente se posterguen porque han estado en lista de espera tanto tiempo: Quellaveco, La Granja, Tía María, entre otros más. Son miles de millones de posibles inversiones postergadas, miles de trabajos perdidos y miles de millones de impuestos que no se darán. Lo único que digo es ¡Cuidado!

Dos: Seguridad Ciudadana. Todas las encuestas la piden a gritos. Claro que se habló de eso, pero no suficiente. El nuevo y capaz Ministro del Interior tiene que remar en un río lleno de pirañas: narcotraficantes, pandilleros, jóvenes desmotivados, corrupción por doquier, un sistema judicial vetusto y leyes y procedimiento que protegen a los criminales. ¡Y no olvidemos que en 10 años ha habido 14 Ministros del Interior y 17 Directores de la Policía! ¡Basta! Se necesita una reforma drástica. No son suficientes algunos cambios en el INPE, en el régimen de trabajo de la policía, unos sueldos de miseria que alimentan la corrupción. Debemos como país pensar en un cambio drástico: no olvidemos que en el último decenio se ha triplicado la tasa de homicidios. Estábamos como Estados Unidos. Ya nó. No esperemos: es el reto más importante que enfrentamos.

Fuente: Diario Correo