Cerca de 20 pueblos de la cuenca de Oyón y los andes peruanos albergan en las iglesias un tesoro casi desconocido por sus habitantes: altares, pinturas, retablos y ornamentos religiosos, los que motivaron a la arquitecta Patricia Navarro a promover su rescate y revaloración.
Hace más de 10 años, Navarro viaja sin temerle a las trochas y caminos de herradura de nuestra sierra para restaurar iglesias virreinales y devolverle la majestuosidad y vida a las viejas estructuras y pinturas coloniales.
La arquitecta, a través de la Asociación Civil sin fines de Lucro Patrimonio Perú, lidera un grupo de técnicos restauradores que ahora trabajan unidos con la comunidad para recuperar edificaciones y obras de arte.
La población participa en tareas que incluyen desde elaboración de los adobes, revoques de tierra, consolidaciones y reintegración de colores a delicados trabajos de intervención en antiguos retablos recubiertos de pan de oro.
Este año, Patricia la incansable protectora de nuestro legado cultural, dirige la conservación patrimonial de la comunidad de San Cristóbal de Rapaz, conocida como la Capilla Sixtina de los Andes Limeños, un poblado virreinal donde se encuentra una de las joyas del estilo barroco andino limeño a 4 mil metros sobre el nivel del mar.
RPP