Con palabras entrecortadas y en estado de shock nervioso producido por las bombas lacrimógenas de la represión policial, la consejera regional de Cañete, Liliana Torres, fue retirada de la autopista de la Panamericana, a donde se dirigió en una ambulancia a tomar contacto con la férrea protesta de los cañetanos.
Lamentablemente las bombas regadas desde helicópteros por la policía, la afectaron gravemente al igual que a centenares de mujeres y niños que participaban de esta justificada protesta.