Delincuentes de alta peligrosidad confinados en la cárcel de Lurigancho por narcotráfico y robo agravado convirtieron ese penal limeño en casi un centro de esparcimiento. Tenían de todo, incluido un singular coliseo con más de 600 gallos de pelea, y durante meses hicieron fortuna promoviendo las apuestas entre la población del reclusorio. Todo ello a vista y paciencia de los efectivos policiales encargados de la custodia interna y externa del extenso local.
Los narcos y asaltantes disponían, además, de modernos teléfonos celulares y computadoras portátiles con conexión inalámbrica de internet. Para imponer su supremacía también contaban con revólveres de grueso calibre y hasta con una escopeta de retrocarga capaz de causar la muerte de al menos seis personas con un solo tiro ejecutado a corta distancia, según explicaron peritos en balística consultados por este diario.
Como si fuera poco, los mencionados capos del crimen disfrutaban de cómodos electrodomésticos, licor, droga, armas punzocortantes e incluso documentos de identidad falsos con los que, quizá, más de uno planeaba escapar aprovechando los días de visita. Felizmente esa vergonzosa situación empezó a ser revertida en las últimas 48 horas.
El nuevo director del centro carcelario, coronel PNP Tomás Garay Guzmán, comandó una impresionante requisa que permitió poner al descubierto las gollerías que tenían los presos de los pabellones 7, 9 y 21.
En efecto, más de 80 agentes supervisados por siete representantes del Ministerio Público incursionaron sorpresivamente en esos ambientes del presidio que, prácticamente, habían sido capturados por el hampa. Esta vez los internos no pudieron comprar voluntades ni conciencias con su dinero mal habido.
Los gallos de pelea fueron encontrados en las azoteas de los tres pabellones antes indicados. Los más bravos se hallaban aislados, en pequeñas jaulas hechas con alambre, mientras que el resto yacía dentro de javas de madera de dos metros de largo, aproximadamente.
Las mejores razas
Entre todos destacaban los de raza Bankiva, de origen asiático, y los de puro pico, americanos. “Ambos se caracterizan por su vertiginoso ataque, son atrevidos, peleadores natos, no requieren direccionar la mordida para dar el golpe de muerte. Cortan con la pata izquierda, que es la única donde toleran la navaja”, explicó Roberto Efraín Fajardo, un viejo gallero consultado por nuestros reporteros.
El coronel Garay Guzmán explicó que los internos ingresaron algunos de los gallos el año pasado, aprovechándose de un dispositivo emitido por el Ministerio de Justicia que los facultaba a criar aves de corral con fines de terapia rehabilitadora. Sin embargo, dijo, burlando la norma consiguieron reproducir masivamente los animales de pelea para impulsar competencias con apuestas.
Aparte de las mencionadas aves, informó el alto oficial, se incautaron 161 celulares, 50 chips, 182 cargadores de teléfonos, 31 DNI falsificados, 4 armas de fuego, 51 cartuchos para escopeta y revólveres, 271 cuchillos y bidones con licor.
En cifras
7 mil internos purgan prisión en la cárcel de Lurigancho, según el último censo realizado en diciembre del 2011.
18 capos del crimen han sido aislados en el penal, por ser promotores de actos de corrupción.
Claves
La requisa en Lurigancho fue ejecutada cuatro días después de la fuga del narcotraficante Ernesto Alejos Chávez, quien purgaba condena en el pabellón 21. El director del presidio indicó que la fiscalía y la Inspectoria PNP investigan este caso.
Personal del INPE solo cumple labores administrativas en dicho presidio. La policía tiene el control interno y externo.