Hace más de diez años que Ulises Rodríguez Lázaro fue denunciado por los delitos de Peculado y Abuso de Autoridad. Fue sentenciado en su provincia natal de Yauyos y apeló a la Corte Superior de Justicia de Cañete.

En Cañete los Vocales fueron muy benignos con él, pues ya era “el señor Consejero Regional de Yauyos”, gracias a Nelson Chui Mejía.

La Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Cañete le impuso en la primera vez solamente cuatro años de pena privativa de la libertad, reducida a tres años de libertad condicional, respetando reglas de conducta y suspensión para ejercer cargo público por dos años.

La reparación civil solamente fue estimada en 20 mil soles a favor del Estado.
Quienes votaron por esta benigna sentencia fueron los Magistrados Ricardo Astoquilca Medrano y Durand Prado.
El Magistrado Roberto Paredes Dávila tuvo un voto singular, pidiendo en esa oportunidad, pena efectiva de encarcelamiento debido a la gravedad del delito como es de Peculado.

Ulises Rodríguez Lázaro que es un personaje muy astuto, de inmediato se fue en Casación a la Corte Suprema de Justicia, a sabiendas que allí su expediente tenía para rato y podía seguir cobrando sus dietas mensuales, como si nada hubiera pasado. Y así lo ha venido haciendo con una frescura de primer orden.

Desde el 2008, la Corte Suprema tuvo en su poder el expediente por un espacio de dos años y al revisarlo ordena que el caso vuelva a la Corte Superior de Justicia de Cañete, en una especie de ping pong, con la complacencia de Ulises Rodríguez Lázaro y de su protector Nelson Chui, ex Presidente del Gobierno Regional de Lima.

Pero hoy, la Corte Superior de Cañete emitió una Resolución revocando el mandato de comparecencia y reformándola por un mandato de detención. Como se diría: La justicia tarda pero llega.