En Pakistán, medios locales están difundiendo la historia de un bebé, acusado de intento de asesinato, en un caso que según críticos del sistema judicial del país evidencia los problemas del sector y pone en ridículo a la policía. Según la agencia de noticias Reuters, el pequeño fue acusado junto a cuatro adultos de lanzar piedras contra un equipo de la compañía de gas que llegó a su humilde barrio en la ciudad de Lahore a desconectar del suministro a quienes no habían pagado.
El niño debió comparecer ante un tribunal que lo dejó libre bajo fianza. En las fotografías distribuidas por la agencia de noticias AFP se puede ver cómo, mientras le tomaban las huellas dactilares, el niño lloraba y debieron consolarlo con un biberón. Por ahora sus padres lo mantienen oculto.