Hombres agresores pueden cambiar, dice, Ana María Romero, ministra de la Mujer

16881025La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero-Lozada, llegó esta mañana a Carmen de La Legua, en el Callao, para supervisar el funcionamiento del servicio del sector especializado en la reeducación de los hombres sentenciados a recibir terapia por ejercer violencia contra la mujer y el grupo familiar.

La visita de la titular del sector fue transmitida en vivo por Facebook (http://bit.ly/2l5c02I) con el objetivo de que los usuarios y usuarias de esta red social conocieran sobre su trabajo, el cual ha logrado que cerca de 2,500 varones dejen atrás sus actitudes agresivas y aprendan una nueva forma de relacionarse con sus parejas, comentó la ministra.

Se trata de casos de hombres con sentencias por situaciones leves. Aquí son atendidos por psicólogos, psicoterapeutas y trabajadoras sociales. En paralelo, se trabaja con la familia de la víctima y los niños y niñas para monitorear la evolución del sentenciado”, anotó.

En estos centros, los varones son reeducados en la detención de su conducta violenta y aprenden a establecer relaciones igualitarias con sus parejas, basadas en la valoración y el respeto. Los casos que se atienden en este servicio son derivados por los Juzgados de Familia, los Centros Emergencia Mujer y el Ministerio de Salud.

La ministra comentó que, muchas veces, cuando recién empiezan, algunos hombres se resisten, aseguran que no merecen la sentencia, incluso creen que es natural que griten, que maltraten, pero aquí aprenden que es necesario cumplir lo establecido por los juzgados y lo importante que es cambiar, anotó.

Jorge, uno de los varones beneficiarios, contó durante la intervención que la atención que está recibiendo del Ministerio de la Mujer le está cambiando la vida. “Ahora me controlo más, me llevo mejor con mi familia”, dijo. Tras ocho meses de terapia, Jorge está listo para dejar el servicio, pero asegura que quiere continuar asistiendo pues le ha ayudado a hacer una mejor persona.
Por su parte, Arturo indicó que tuvo resistencia al principio, pero al escuchar a otros varones que llegan al centro entendió que es posible cambiar y tener mejores relaciones.

Finalmente, Romero-Lozada anotó que este trabajo del Ministerio de la Mujer es posible debido al compromiso de algunos gobiernos locales. Es el caso Carmen de La Legua, cuyo municipio facilita la infraestructura para que el MIMP ponga al personal calificado. Actualmente, hay también centros especializados en la reeducación de varones en Huamanga (Ayacucho) y Breña (Lima).

Hasta el momento, 2500 varones han pasado por los centros especializados del MIMP en la reeducación de los sentenciados por violencia familiar.