La autoridad llegó al citado lugar en respuesta a denuncias de vecinos, quienes alertaron sobre la realización de esta reunión en pleno toque de queda.
Aproximadamente 50 personas, entre varones y mujeres, se encontraban en el lugar, bebiendo licor y bailando como si no existiera la pandemia de la COVID-19. Los infractores no cumplían los mínimos protocolos de bioseguridad, como uso de mascarillas o distanciamiento físico.
La intervención
Los policías y serenos procedieron a realizar la intervención, cerrando la puerta de acceso del primer piso, para evitar que los infractores escapen.
Sin embargo, en determinado momento, los participantes de la fiesta clandestina comenzaron a lanzar piedras, botellas y hasta palos a la autoridad. Muchos de ellos aprovecharon el tumulto para escapar corriendo.
Los policías y serenos lograron capturar a diez personas, pero los demás infractores lograron escapar. Los intervenidos fueron llevados a la Comisaría de Huaycán, para ser procesados.