Uno de los puestos de vacunación de Chiclayo, fue cerrado porque se terminaron las 500 dosis que tenían, pero el público que asistió a vacunarse superaba con creces esa cantidad, por lo que se generó una protesta masiva, ya que muchos estuvieron haciendo cola desde tempranas horas y nadie les comunicó a tiempo, que las dosis eran limitadas.
Este hecho ha sucedido en varios lugares y lo que reclama la población es la falta de comunicación por parte de los encargados, que simplemente deberían indicar que tienen un cupo limitado e indicar otra fecha para los demás. La contrariedad de las personas es justificable, pues al final resulta siendo una frustración.